La enseñanza de la inteligencia emocional en las escuelas
La capacidad de expresar y controlar las emociones es importante en la vida cotidiana, así como comprender, interpretar y responder a las emociones de los demás. Los psicólogos se refieren a esta habilidad como Inteligencia Emocional y algunos expertos incluso sugieren que puede ser aún más importante que el coeficiente intelectual. Desde la década de 1990, Peter Salovey, John D. Mayer y Daniel Goleman han realizado investigaciones sobre inteligencia emocional.
Principios de inteligencia emocional
Percepción de las emociones: el primer paso para comprender las emociones es percibirlas con precisión. En muchos casos, esto puede implicar la comprensión de señales no verbales, como el lenguaje corporal y las expresiones faciales.
Razonamiento con emociones: el siguiente paso consiste en utilizar las emociones para promover el pensamiento y la actividad cognitiva. Las emociones ayudan a priorizar lo que conocemos y reaccionar correctamente.
Comprender las emociones: las emociones que percibimos transmiten una amplia variedad de significados. Si alguien expresa emociones de enojo, el observador podrá interpretar la causa de su enojo y lo que significa.
Manejo de las emociones: la capacidad de manejar las emociones de manera efectiva es la parte fundamental de la inteligencia emocional. La regulación de las emociones, la respuesta adecuada y la comprensión de las emociones de otras personas son aspectos importantes del manejo emocional.
IE y la escuela
Aprender en la escuela es una actividad progresiva y planificada con la convicción de que todos los niños son diferentes de los adultos y que necesitan estar preparados para la vida adulta. ¿Es posible enseñar “habilidades” emocionales en las escuelas? Para muchos, la “enseñanza” de la inteligencia emocional desafía todos los principios básicos del paradigma de aprendizaje actual.
Afortunadamente, se puede enseñar inteligencia emocional, así como matemáticas o literatura. Se puede integrar fácilmente en el plan de estudios académico mejorando la enseñanza en el aula y el entorno escolar. ¡Presentar emociones en las escuelas sería un cambio radical! Daniel Goleman describe que todos, directores, maestros, padres y estudiantes, una vez involucrados en el proceso, deben conocer las reglas para desarrollar competencias importantes.
¿Qué habilidades?
• Autoconocimiento: una de las habilidades emocionales básicas. Ser capaz de reconocer sentimientos y dar nombres a cada uno de ellos. También es importante ser consciente de la relación entre pensamientos, sentimientos, acciones y evaluarlos. ¿Fue un pensamiento que desencadenó ese sentimiento? ¿Qué sentimiento hay detrás de cada acción?
• Manejo de las emociones: es importante entender qué hay detrás de cada sentimiento. Las creencias tienen un efecto fundamental en la capacidad de actuar y reaccionar. Además, es esencial encontrar maneras de lidiar con la ira, el miedo, la ansiedad y la tristeza: aprender a calmarse cuando se encuentra en una situación incómoda, por ejemplo. Ser capaz de canalizar las emociones hacia un final positivo es una habilidad fundamental para la vida cotidiana.
• Empatía: Obtener la medida de una situación y poder actuar de manera apropiada requiere comprender los sentimientos de las otras personas involucradas y poder tomar su punto de vista. Es importante poder escucharlos, sin dejarse llevar por las emociones personales. Existe la necesidad de poder distinguir entre lo que otros hacen o dicen y las reacciones y juicios personales.
• Comunicación: el desarrollo de relaciones de calidad tiene un efecto muy positivo para todos los involucrados. ¿Qué sentimientos se están comunicando a los demás? El entusiasmo y el optimismo son contagiosos al igual que el pesimismo y el negativismo. Ser capaz de expresar preocupaciones personales sin enojo es un elemento esencial de la inteligencia emocional.
• Cooperación: saber cómo y cuándo tomar la iniciativa y cuándo avanzar es esencial para una cooperación efectiva. El liderazgo efectivo no se basa en la dominación, sino en el arte de ayudar a las personas a trabajar juntas en objetivos comunes.
• Resolución de conflictos: para resolver conflictos es necesario comprender los mecanismos. Las personas en conflicto a menudo se ven atrapadas en una espiral emocional de autoperpetuación en la que el tema declarado del conflicto rara vez es el tema clave. Gran parte de la resolución de conflictos utilizando las otras habilidades emocionales.
Prevenir el bullying con inteligencia emocional
Las emociones son de gran importancia en la escuela. Un niño que se siente ansioso, celoso, desesperado o alienado tendrá dificultades para aprender, tomar decisiones y construir relaciones. Las emociones también están en el corazón del acoso escolar, un importante problema social en muchas escuelas de diferentes naciones. Al menos un tercio de todos los niños estadounidenses informan que han sido víctimas de acoso escolar, una experiencia terrible que puede manifestarse de muchas maneras, incluso a través de la agresión física y el abuso verbal. La raíz de cada uno de estos síntomas es la falta de comprensión emocional y autoconciencia.
Con la Inteligencia Emocional como base de aprendizaje, el resultado incluye una mejor escuela, con educadores y estudiantes más felices y efectivos, y una gran disminución en la intimidación. La investigación muestra que los niños que asisten a escuelas basados en la experiencia de enseñar inteligencia emocional están menos ansiosos y deprimidos, tienen un mayor nivel de enfoque, atención y aprendizaje; son mejores solucionadores de problemas; exhibir mayores habilidades sociales y liderazgo; y mejor rendimiento académico. El ambiente en el aula mejora. Las relaciones profesor-alumno se vuelven más fuertes y más positivas.
Descuidar la educación emocional de los niños es crear adultos en riesgo, dejándolos a merced de las emociones que sienten pero que no saben cómo reconocer.
Como escribió Aristóteles: Educar la mente sin educar el corazón no es educación. La investigación muestra que llevar las habilidades emocionales al aula conduce a una interacción más positiva entre los estudiantes. Aún así, la idea de introducir esta técnica innovadora en el plan de estudios puede ser desalentadora para los educadores que no están familiarizados con estos conceptos, especialmente aquellos que trabajan en entornos tradicionales.