Mi experiencia como coach y terapeuta holística
Solemos relacionar las prácticas de Coaching y Terapia Holística con el inmenso deseo de ayudar a las personas. Y eso es exactamente. Son herramientas maravillosas que tenemos para transformar vidas. Podemos transformar completamente la vida y la capacidad de una persona. Y esto es sólo el principio. Nuestra forma de estar en el mundo también cambiará para siempre debido a todo lo que aprendamos en el proceso.
Aprendí que para ayudar a los demás, tenemos que estar abiertos a lo mismo dentro de nosotros. Este proceso debe comenzar dentro de nosotros. Para ayudar a las personas a aceptar plenamente la posibilidad de experimentar las oportunidades ilimitadas que presenta la vida, también debemos aprender a vivir plenamente. Al experimentar descubrimientos, podemos enseñar a otros a hacer lo mismo.
Nuestra conciencia es nuestro activo más valioso. Como coach, acompaño a mis clientes en sus viajes de conciencia y los guío para que experimenten la vida al máximo. Todo ello promoviendo el equilibrio y la expansión del cuerpo físico, mental, emocional y espiritual. Esto ayuda a evolucionar de tal manera que nunca imaginamos que sería posible.
El objetivo final es ayudar a los clientes a ser completamente independientes y superar las creencias limitantes. Esto significa que debemos enseñarles cómo hacerlo ellos mismos, cómo crear y alcanzar metas. Y luego, cuando estén listos, pueden salir por su cuenta con todos los recursos que necesitan para crear resultados aún más sorprendentes.
Lo considero una de las profesiones más gratificantes. Imagínense la sensación de logro de poder enseñar a las personas cómo crear vidas increíbles, experimentar resultados y hacer del mundo un lugar mejor para vivir.
La clave fundamental es empezar. La otra clave es perseverar. Ser coach es la razón de ser, una forma única de ayudar a avanzar. ¡Y las recompensas son realmente increíbles!