Motivación: la característica fundamental del maestro-líder
La educación es un proceso de cambio de comportamiento y desarrollo que ocurre continuamente durante cada fase de la vida. Los maestros son agentes activos en todas las fases de este proceso. La formación del comportamiento deseable del alumno está estrechamente vinculada a los niveles de motivación, actitud y comportamiento del profesor. Los bajos niveles de motivación en el aula influyen negativamente en el logro de altos estándares en educación.
En las últimas décadas, los maestros han sido vistos como los autores de problemas y soluciones en el aula. Los investigadores de educación y los líderes escolares se han enfrentado al desafío de motivar a los maestros a altos niveles de desempeño.
Según investigadores y sociólogos, los entornos escolares actuales son un escenario gratificante, pero también una escasez para el trabajo del profesional y, a menudo, parecen no proporcionar ningún esfuerzo para que los maestros crezcan profesionalmente y mejoren el aprendizaje de los estudiantes (Peterson, 2005). Gran parte del trabajo de los maestros se realiza en aulas independientes que los aíslan del apoyo de sus colegas. Debido a esta estructura organizativa, los maestros no son supervisados adecuadamente, no reciben retroalimentación regularmente y, a menudo, les resulta difícil colaborar en grupos.
Quizás como resultado de estas circunstancias, la investigación también muestra que muchos buenos maestros dejan la enseñanza en los primeros tres años (Sentencia 2012). Claramente, los líderes educativos deben encontrar formas de mantener a los maestros en la profesión y mantenerlos motivados. Un profesional motivado es aquel que no solo está satisfecho con su trabajo, sino que también puede luchar por la excelencia y el crecimiento en la práctica.
Los maestros son responsables de difundir el conocimiento en sus escuelas. El director y la junta escolar son los principales responsables de la administración de esa escuela. La responsabilidad principal de motivar a los maestros es la administración de la escuela (Karakose, 2002). Según Benaych (1996), los directores y coordinadores deben estar presentes para vigorizar y motivar a los maestros diariamente. Mientras inspira y estimula la positividad, el ser humano, al mismo tiempo, aumenta, mantiene y transmite su propia motivación (Celik, 1999). El maestro es responsable del enfoque, atención e interés de los estudiantes en el aula; el entusiasmo del maestro por las actividades diarias tiene un impacto significativo en el aumento de los niveles de motivación de los estudiantes. Una de las principales tareas del profesor es garantizar la motivación de su clase (Deniz et al., 2006). Una vez que se alcanzan estos objetivos, el nivel de motivación en general aumenta directamente.
Las definiciones de motivación pueden variar, pero todos están de acuerdo en que es un impulso interno que conduce a acciones positivas. Cada ser humano tiene una personalidad, intereses, actitudes, expectativas, deseos y necesidades diferentes, en consecuencia, las fuentes de motivación también difieren según el individuo. Aun así, según Arik (1996), la motivación tiene algunas funciones fundamentales, es decir, la determinación del inicio de la intensidad y el nivel, la dirección y el mantenimiento del comportamiento. En este contexto, la motivación está directamente relacionada con la fuente del comportamiento, y cómo se puede abordar y mejorar el comportamiento.
El desafío para nosotros los educadores es recordar que hemos elegido una profesión importante; Es esencial que recordemos esto todos los días. El desafío adicional para los líderes educativos es ayudar a aquellos con quienes trabajamos a sentir este nivel de importancia también. La investigación muestra que es más probable que los maestros valoren las recompensas intrínsecas, como el respeto, la responsabilidad y un sentido de logro.
Una conclusión clara de los puntos de investigación: ayudar a los jóvenes a aprender es el objetivo central tanto para quienes ingresan a la profesión docente como para quienes trabajan para reformar la educación. Por lo tanto, las nuevas direcciones en la mejora participativa de la escuela, el desarrollo integral y significativo, el apoyo y la evaluación de los maestros son grandes promesas para ampliar la motivación en el área de la educación.